La noticia me ha llegado estando en Madrid y no se si llegaré a tiempo para acompañar a sus hijos en su entierro. Por eso quiero dejar testimonio aquí de la importancia que para nosotros ha tenido la presencia del Tío José allí donde era llamado. El Tío José ha sido lo que los gitanos de toda España hemos entendido siempre como un hombre de respeto. Él no solo conocía la Ley Gitana sino que sabía interpretarla. Yo soy testigo de excepción de cómo en los momentos verdaderamente complicados, el Tío José con una valentía que hoy echamos de menos, se ponía al frente de quienes tenían que imponer el sentido común y la justicia tal como nosotros la entendemos en las relaciones internas de nuestra comunidad.
Que Devel le conceda la suerte de acampar en la orilla de cualquier río celestial, cerca de algún bosque frondoso, donde no le falte la jallipen, la yaki, la pañi y los plajos para disfrutar para siempre de la mestipen que ya nadie le podrá chorar.
Juan de Dios Ramírez-HerediaPresidente de Unión Romani
