La autoridad familiar la ejerce el padre, pero hay circunstancias de especial trascendencia en las que intervienen otros miembros de la familia: nuestros abuelos, los hermanos mayores del padre, tíos... La opinión de los miembros de más edad de nuestras familias siempre es escuchada y respetada.
Hay otras circunstancias o problemas que afectan a miembros de diferentes familias y que revisten especial gravedad: en esos casos en que el pueblo payo acudiría a la Justicia, a la Policía,
nosotros recurrimos a nuestra propia ley a nuestra propia organización; acudimos a los "arregladores".
Los "arregladores" son personas de edad que a lo largo de su vida han dado ejemplo por su formalidad y rectitud. Su autoridad no se discute ya que desde el momento en que se les llama se da por acertada su decisión. Suelen ejercer su autoridad en problemas serios de enfrentamientos. Normalmente les llaman los afectados, otras veces personas cercanas a ellos. Suelen intervenir dos juntos, uno por cada familia en litigio.
Sus decisiones suelen ser distintas modalidades de destierro, según la gravedad de los hechos: una de las dos partes- la que se considera que comenzó el conflicto- ha de abandonar el barrio, la ciudad, un determinado tiempo, a veces toda la vida o no puede entrar en determinada zona.
Estas medidas se basan en algo tan sencillo como que" el tiempo lo cura todo".
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