Pocos podíamos imaginar que tras la derrota en las urnas de Nicolas Sarkozy, volveríamos a presenciar episodios de expulsiones masivas como las que se han venido produciendo en Francia durante esta última semana (Ver). Viviane Reding se ha puesto de inmediato en contacto con las autoridades francesas para tratar este asunto (ver) y ha ordenado un análisis pormenorizado de la situación jurídica, recordando que la libre circulación es un derecho fundamental protegido por el Tratado de la Unión Europea.
¿Qué es lo que está ocurriendo en Francia para que vuelva a repetirse una situación como la del verano de 2010?, cuando según datos ofrecidos por las autoridades galas, tan solo son entre 15.000 y 20.000 los romaníes que allí viven en este momento?. Cifra esta, verdaderamente ridícula si se compara, por ejemplo, con los más de cinco millones de musulmanes que habitan aquel país.
Si la a actual normativa europea de libre circulación no resulta eficaz ni garantiza su obligado cumplimiento por parte de todos los estados miembro. Será cuestión, entonces, de que establezcamos algún tipo de tratado o de marco jurídico específico para la comunidad gitana que verdaderamente garantice este derecho.
Es un asunto que tras las expulsiones de 2010, nosotros ya pusimos sobre mesa de la propia Viviane Redindg, pues deseábamos abordarlo en el Seminario Internacional Rroma de aquel año. Como respuesta, Reding nos envió un comunicado en el que dejaba bien claro que ese tipo de comportamientos no se podían ni se iban a tolerar dentro de la UE (ver)
Sin embargo, el tiempo ha demostrado que, a pesar de todo, continúan produciéndose conductas que vulneran claramente derechos fundamentales con deportaciones que están siendo justificadas bajo el manido pretexto de falta de salubridad, de mendicidad e, incluso, por razones de violencia.
Queda patente que la actual legislación resulta manifiestamente insuficiente a la hora de impedir que se produzca este tipo de actuaciones aunque, seguramente, la articulación de un nuevo marco jurídico específico para la comunidad roma, también lo sería, debido a que la raíz del problema tiene su origen en una profunda falta de conocimiento y de entendimiento sobre la población Roma en su conjunto, lo que ha provocado durante siglos, una gran desconfianza hacia nuestro pueblo. Desconfianza que constantemente ha venido manifestándose de maneras muy diversas, perpetuando en el tiempo los numerosos estereotipos que aún prevalecen en el lo mas profundo del conjunto de la sociedad.
Urge, por consiguiente, un cambio de la actual legislación. Pero este cambio, e incluso, la gestación del marco jurídico específico que ya he mencionado, de nada o de muy poco serviría si a su vez no viviera acompañado de actuaciones destinadas a garantizar un cambio en la mentalidad de la sociedad mayoritaria.
Actuaciones concretas destinadas a fomentar la verdadera imagen de nuestro pueblo desde el conocimiento y el entendimiento de nuestras costumbres, de nuestra cultura y de nuestros valores. Tal y como ya veníamos reclamando en nuestro editorial “Entendimiento y Confianza” (ver), y que recientemente también ha sido manifestado desde Naciones Unidas, recomendando incluir en las escuelas, la enseñanza de historia de exclusión sufrida por los gitanos (ver).
No debemos permanecer eternamente impasibles ante situaciones como esta. Hemos de ser capaces de reaccionar y de demostrar pacíficamente al mundo nuestro malestar. De poner al descubierto nuestros rostros y nuestra propia voz, sin adscripciones partidistas de ninguna índole, para que el mundo pueda vernos y escucharnos sin intermediarios políticos ni ideológicos. Somos un pueblo con una cultura y una tradición milenaria que también tiene el derecho de reivindicar su propia existencia y salir de la oscuridad en la que se nos ha mantenido durante siglos.
José Alfredo Maya Maya
Presidente de la Federación Maranatha de Asociaciones Gitanas